19/8/10

UNA NOTICIA DESFASADA

Después de leer las varias noticias sobre la fiscalidad en España, lo peor es que esto no es noticia, ya lo sabemos, desde hace mucho, pero qué se hace? nada de nada. Lo cierto es que si tuviéramos una fiscalidad a la europea la crisis no estaría siendo tan dura, no habría habido tantos recortes sociales...
Es toda una estructura económica ultraderechista y, leyendo el comentario de mabu, viendo lo que pasa con los jueces y la corrupción de la derecha... se me ocurre que sí, que lo dejó todo atado y bien atado, someter a un pueblo a la penuria y a la miseria económica es la manera de mantenerlo callado y atrasado. aderezamos esto con una política religiosa que sea bien integrista, una justicia selectiva... el follón está montado.
Fomentemos el culto a los trozos de tela y el maltrato a los animales y no dejemos que mujeres y homosexuales ejerzan el control sobre su vida y no equiparemos sus derechos. Los empresarios seguirán tratando a los trabajadores como mulas de carga y ellos consintiéndolo porque la presión de quedarse sin medios económicos es demasiado fuerte; esto está ya enfermizamente arraigado, dame pan y dime tonto decimos hasta con prepotencia
Y nadie hace nada, e incluso hay quien cree que con el PP no hubiera habido crisis económica, que el PP es el partido de los trabajadores y que los va a sacar de la crisis...
¡¡ Zapatero, máteles ya la mano bien metía a los que se la tienes que meter de una vez!!

Cuando se pierde por completo el sentido de Estado

18 Ago 2010
La visita que realizó ayer a Melilla el dirigente del PP Esteban González Pons quedará en los anales de la política como un ejemplo de la irresponsabilidad y carencia de sentido de Estado a que puede llegar un partido en su afán por conquistar el poder. En una maniobra que el diputado de IU, Gaspar Llamazares, calificó certeramente de “provocación” y “barbaridad”, el vicesecretario de comunicación de los conservadores acudió a la ciudad autónoma con el objetivo manifiesto de agitar contra Zapatero un incidente fronterizo con Marruecos. Un suceso que forma parte de los roces habituales de una difícil relación de vecindad y que se debe intentar resolver con la mayor serenidad posible pese a las provocaciones de los activistas marroquíes y la falta de cooperación de Rabat.
Sin embargo, lejos de llamar a la tranquilidad y el entendimiento, González Pons se dedicó a echar leña al fuego sin reflexionar sobre las consecuencias que su incontinencia verbal podría acarrear. Habló de “máxima tensión” y de la posibilidad de un “conflicto” con Rabat. Propuso, apelando al nacionalismo español más rancio, la recuperación de la tierra de nadie que media entre Melilla y Marruecos. Acusó al Ejecutivo de “abandonar” a los melillenses y proclamó que, ante semejante vacío de poder, el PP había tenido que acudir en su protección para transmitirles que “España está con ellos”. En esa espiral de dislates se esforzó incluso por revolver a las fuerzas de seguridad contra el Gobierno de su propio país, en una demostración elocuente de patriotismo conservador. Todo vale en el proyecto de Rajoy para llegar a la Moncloa.